Farmacity en lucha

Farmacity en lucha
Trabajadores de Farmacity

martes, 11 de febrero de 2014

Farmacity considera la resolución “inválida” y quiere mantener su esquema poliurrubro.

Farmacity considera la resolución “inválida” y quiere mantener su esquema poliurrubro.

Un paso a la normalidad: Farmacity considera la resolución “inválida” y quiere mantener su esquema poliurrubro.

BUENOS AIRES, noviembre 4:

La mayor cadenera del país irá a la justicia contra la orden del ministerio de Salud nacional que prohíbe la venta de golosinas y alimentos en farmacias. Para su presidente, la resolución “es inválido e inconstitucional”. Dijo que se hizo para frenar la expansión de la cadenera, y lee apuntó a las cámaras de laboratorios. Además, remató que es “un mito” que se cierren farmacias independientes.

Apenas conocida la resolución que obliga a las farmacias a vender sólo medicamentos y productos sanitarios, comenzaron a circular en varios ámbitos rumor es sobre la estrategia de Farmacity ante este golpe a su modelo de negocios. Incluso se habló de una cumbre de la dirigencia del grupo Pegasus para analizar los pasos a seguir. Durante el fin de semana, el presidente de la cadenera dio pistas sobre esa estrategia, destinada a evitar de alguna manera adecuarse a la orden ministerioal. En una entrevista con La Nación, Mario Quintana adelantó que irán a la justicia ya que creen que el texto de la norma “es inválido e inconstitucional”. Además, analizó el mercado farmacéutico actual, se quejó de no poder atender obras sociales y definió como “finito” el negocio, el más grande del país por concentración.

“Más allá de que el texto no es del todo claro en cuanto a qué se pretende que dejemos de comercializar, a nuestro juicio es inválido e inconstitucional. Vamos a ir a la Justicia por varias razones”, dijo Quintana en la entrevista del diario La nación publicada ayer domingo. “La ley dice que las farmacias son un canal exclusivo para ciertos productos, y la interpretación que da la resolución es tergiversada, porque en ningún lado está dicho que las farmacias pueden vender solamente esos productos. Las habilitaciones de nuestras farmacias expresan qué rubros podemos vender; tenemos un derecho adquirido”, argumentó el presidente del grupo que controla Farmacity.

Para Quintana, “la disposición no es racional; pretender que si una madre va a comprar un antibiótico para el hijo no pueda comprar un chupete para el hermanito, o un alfajor. Considerar que en eso hay un atentado a la salud pública es casi un insulto a la inteligencia de la gente. ¿Por qué vendemos esas cosas?”. El CEO recordó que es uno de los fundadores de Farmacity: “arrancamos cuatro amigos formando una sociedad en 1996 y en 1997 abrimos el primer local, habiendo incorporado otros socios. Siempre hemos tenido como único foco el servicio a la gente. Entrevistamos a cientos de personas y diseñamos una propuesta para atender aquello que identificamos como necesidades insatisfechas”.

Cabe recordar que la resolución 1632/13, publicada ayer miércoles en el Boletín Oficial, precisa que las farmacias “sólo podrán dedicarse a la venta de recetas preparadas, dispensa de drogas, medicamentos, incluidos de venta libre y especialidades farmacéuticas cualquiera sea su condición de expendio, además de los productos destinados a la higiene o estética de las personas y productos para diagnósticos”. Esto deja fuera de los mostradores cualquier tipo de alimentos, bebidas, productos deportivos, y otras cosas que se suelen ver en las cadenas del sector.

La resolución obliga a las farmacias a retirar los productos que no están permitidos en un plazo de 90 días, los que obligará a varias cadenas a modificar su esquema de negocios, que además de medicamentos, comercializan productos alimenticios, de kioscos, y otros enseres. Una vez superado ese lapso, se comenzarán a aplicar las sanciones correspondientes.

En la provincia de Buenos Aires, la resolución fue saludada, y se destacó que es parte del reconocimiento de la farmacia como parte integral del sistema sanitario. En este sentido, recordaron que la ley provincial 10.606 está en línea con esta idea, y se aplica de forma concreta. Lo mismo sucede en Capital Federal, donde el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal recordó que la norma cancela la chance de vender alimentos en general, artículos electrónicos y otros productos en las farmacias. "Esta reglamentación deja sin efecto el polirrubro, como la venta de CD o golosinas", informó Claudio Ucchino, titular de la entidad.

Para quintana, en cambio, la medida de Salud “intenta frenar la expansión de Farmacity”, y le apunta a los laboratorios: “en los últimos 50 locales inaugurados no se habiliten los descuentos para afiliados al PAMI, obras sociales y prepagas, un sistema del que la llave la tiene la industria de medicamentos”. “Para nosotros eso es muy doloroso, pero el alta lo da Farmalink, que está controlada por las tres cámaras de laboratorios en la Argentina, y ellos nos lo niegan. Nos gustaría atender a todas las obras sociales en todas las farmacias y creemos que ese acceso debería ser universal. Aclaro esto porque en esas farmacias vendemos menos medicamentos que en las otras. En las tradicionales, dos tercios de las ventas son medicamentos”, ratificó.

La cadena Farmacity tiene 198 locales y 5477 empleados, de los cuales 534 son profesionales farmacéuticos. Los locales reciben más de 10 millones de visitantes cada mes y las ventas representan un 7% del total del rubro farmacéutico en el país -están en 13 provincias y no pueden instalarse, por cuestiones regulatorias, ni en Buenos Aires ni en Santa Fe-. El índice se eleva a más de 20% en la ciudad de Buenos Aires.

Para Quintana, está claro que se. "Es un mito", afirma, respecto de que se acuse a la cadena de provocar el cierre de farmacias tradicionales. “-Farmacity paga comisiones que no decide y que son mucho más altas que las de cualquier otra farmacia. De un día para el otro y sin acuerdo, se decidió que la comisión al PAMI pasara en la ciudad de 17,5 a 26,5 por ciento del precio total. Los pacientes tienen descuentos de 40, 70 o 100 por ciento, y un porcentaje del precio total lo asume la farmacia. Nosotros compramos a la droguería con un margen de 32,8 por ciento, le pagamos al PAMI 26,5 por ciento y 1,55 por ciento nos descuenta la Cámara de Farmacias por el servicio de cobranza. Nos queda 4,75 por ciento, y si asignamos costos, el saldo es negativo. Como nos mueve la alianza con la gente y la culpa no es del jubilado, no dejamos de atenderlo. Tal vez el que subió la comisión (que no es el PAMI) tenía la expectativa de que dejáramos de atender”, explicó Quintana.

Por último, el funcionario relativizó las ganancias del grupo. “Hoy la rentabilidad de la cadena de distribución es muy chiquita, mi estimación es que es menor a 5 por ciento y que 95 por ciento está en el eslabón que controla al sector. Se nos acusa de la crisis de la farmacia tradicional y yo pregunto: en los lugares donde no estamos, ¿también somos culpables?; ¿o habrá otro problema? La rentabilidad se redujo de manera muy significativa también para nosotros. Hay problemas estructurales y ya hablamos con colegas para hacerles ver que vendiendo otros productos se pueden solventar mejor. Y es mejor para el cliente, porque si todos los gastos tienen que ser bancados por el medicamento, hay presión sobre los precios”, concluyó Quintana, que calificó el negocio como “finito”.





Un paso hacia la normalidad: farmacias no podrán vender golosinas, bebidas ni otros productos no médicos.

BUENOS AIRES, octubre 24:
La resolución de la cartera sanitaria pone fin a una forma de entender la farmacia. Desde ahora, sólo se podrán vender medicamentos y cosméticos. Para los farmacéuticos independientes, es un respaldo al rol sanitario de los mostradores. Las cadenas como Farmacity tendrán 90 días para adaptarse a la normativa.

Cuando se aprobó la ley 26.567, el Congreso nacional dio un paso hacia la normalidad, ordenando que los medicamentos se deben vender sólo en farmacias. Más allá de la falta de cumplimiento –que en muchas zonas del país es institucional, como sucede en Capital Federal, donde el gobierno local decidió ignorar la norma –la medida fue un logro. Ahora el ministerio de Salud de alguna manera completa esta marcha, con una resolución que deja en claro qué productos deben estar en los mostradores, y cuáles no. La resolución deja en claro el rol sanitario de la farmacia, y pone en jaque el modelo de negocio de las cadeneras, que buscan imponer el modelo “drugstore” en nuestro país pese a que esta idea choca de lleno con la propia ley. Los farmacéuticos saludaron la medida.

La resolución 1632/13, publicada ayer miércoles en el Boletín Oficial, precisa que las farmacias “sólo podrán dedicarse a la venta de recetas preparadas, dispensa de drogas, medicamentos, incluidos de venta libre y especialidades farmacéuticas cualquiera sea su condición de expendio, además de los productos destinados a la higiene o estética de las personas y productos para diagnósticos”. Esto deja fuera de los mostradores cualquier tipo de alimentos, bebidas, productos deportivos, y otras cosas que se suelen ver en las cadenas del sector.

La resolución obliga a las farmacias a retirar los productos que no están permitidos en un plazo de 90 días, los que obligará a varias cadenas a modificar su esquema de negocios, que además de medicamentos, comercializan productos alimenticios, de kioscos, y otros enseres. Una vez superado ese lapso, se comenzarán a aplicar las sanciones correspondientes.

Para los farmacéuticos, la resolución es “un paso de sentido común”, que reconoce la labor sanitaria de los profesionales y a la farmacia como parte del sistema de salud. En este sentido, fuentes del sector le dijeron a MIRADA PROFESIONAL que ven la medida como “un apoyo tácito a la ley de venta exclusiva en farmacias, ya que deja en claro que medicamentos y demás van a los mostradores y las golosinas a los kioscos”.

El apoyo de los farmacéuticos independientes (más allá de alguna voz disconforme) se contrapone a los dolores de cabeza que le puede generar a las grandes cadenas, que ya habían sufrido un golpe a su modelo de negocio con la propia ley de venta exclusiva, ya que los obliga a sacar los medicamentos de las góndolas. Con esto, debe sacar todos sus productos no médicos de sus locales.

La más perjudicada sería Farmacity, la principal cadenera del país que con más de 400 locales ya concentra el 30 por ciento del mercado farmacéutico. “En el caso específico de Farmacity, una de sus particularidades es que comercializa productos como golosinas y gaseosas, que ahora debería retirar de su oferta”, adelanta en una nota publicada hoy El Cronista Comercial. En ese artículo, se adelanta que en el sector “analizan con detenimiento la resolución dictada ayer por el Ministerio de Salud, sobre todo por parte de aquellas farmacias que de acuerdo con la nueva medida se encuentran fuera de los parámetros establecidos”.

En el caso específico de Farmacity, este no es el primer escollo que se le presenta para mantener su esquema de negocios tal cual lo había planteado. Desde hace tiempo, las farmacias más tradicionales criticaban a la cadena por el sistema de expendio que tenía de los remedios, que permitía a los clientes tomar los productos de venta libre en forma discrecional. Luego de una importante serie de reclamos, Farmacity debió dar de baja esa modalidad, tras una disposición de la Sala IV de la Cámara Nacional en lo Contencioso administrativo Federal.

Otros productos 

Por otra parte, la misma resolución deja en claro que algunos productos que hoy están fuera de la farmacia deben venderse sólo en estos locales. En especial, se habla de jeringas, agujas descartables, frascos para recolección de muestras, parches oculares, productos de higiene oral de uso odontológico, productos para diagnóstico de usos “in vitro” (autoevaluacion) y repelentes. Todos estos productos, afirma la resolución, se incorporan al régimen de venta libre.

En los considerados explica que ley Nº 26.567, establece que la autoridad sanitaria competente “podrá disponer la incorporación de otro tipo de productos al régimen que de venta libre en farmacias”. Añade, la venta y despacho en farmacias de los productos no incorporados por la autoridad competente a este régimen serán considerados ejercicio ilegal de la farmacia, y sin perjuicio de las sanciones establecidas por la ley, los que la efectúen podrán ser denunciados por infracción al Código Penal.

Expresa, además que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) tiene instituido un procedimiento para la determinación de la condición de venta de los productos médicos con impacto directo en la salud del mismo modo que para los medicamentos y que se estima propicio ratificar aspectos reglamentarios de la actividad farmacéutica que son potestad de este Ministerio según la ley Nº 17.565 referido a la responsabilidad farmacéutica y al régimen de turnos obligatorios.


Fuente: MiradaProfesional.

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