Farmacity en lucha

Farmacity en lucha
Trabajadores de Farmacity

lunes, 30 de julio de 2012

La ley de la silla, la incoherencia y la "obediencia debida".

Después de 100 años de sancionada la “ley de la silla”, farmacity se niega a proveer asientos a sus trabajadores.


La ley de la silla, la incoherencia y la "obediencia debida".



Y después que… pañales para adultos marca Farmacity para que el personal no vaya al baño?


Con una actitud que escapa a todo lo imaginado, esta empresa se rehúsa a entregar y proveer sillas a los empleados tanto en líneas de cajas como en el sector farmacia pisoteando todas las leyes que tutelan el trabajo, las condiciones laborales y la dignidad del trabajador.
La “ley de la silla” fue promulgada en el año 1935 pero tiene su origen en el proyecto de Alfredo Palacios trasformado en ley en 1907 –esta misma derogada en el año 1924- pero con la diferencia que esta ultima solo estaba destinada a proteger las condiciones laborales de las mujeres y menores.







Esta ley dice lo siguiente:

 Artículo 1º) Todo local de trabajo en establecimientos industriales y comerciales de la Capital Federal, provincias y territorios nacionales, deberá estar provisto de asientos con respaldo en número suficiente para el uso de cada persona ocupada en los mismos.

 Artículo 2º) El personal de dichos establecimientos tendrá derecho a ocupar su asiento en los intervalos de descanso, así como durante el trabajo si la naturaleza del mismo no lo impide.



No se entiende como se pone en tela de juicio, ya en el siglo XXI, los que nuestros legisladores –entre ellos Alfredo Palacios- sancionaron con fuerza de ley hace mas de 100 años, la norma que obliga a los empleadores a proveer sillas con respaldo a los trabajadores.
Esto es una cuestión tan básica que cuesta creer el pensamiento arcaico de los responsables de la decisión; ni siquiera tendríamos que remontarnos a la legislación, solo el sentido común, la coherencia y un poco de humanismo debería prevalecer en estos asuntos.
A pesar de estar vigente la Ley nº 12.205/35 (más conocida como la “ley de la silla”) la misma es infinitamente infringida en numerosos locales lo que confiere un atentado contra nuestros derechos y la dignidad humana. La “ley de la silla” tiene una finalidad que solo podría desconocer un espíritu frívolo, egoísta e individualista ya que en su seno persigue el mejoramiento de la salud de los trabajadores.


Con respecto a este tema, mencionamos las consecuencias –probadas- de no cumplir con la normativa.

Los estudios afirman lo siguiente:

1)       La permanencia de pie durante muchas horas determina trastornos orgánicos.
2)       Afirma las enfermedades del bajo vientre, sobre todo de la matriz.
3)       Favorece el riesgo de aborto.
4)       Produce perturbaciones en la circulación.
5)       Trae como consecuencia debilidad, fatiga y anemia.
6)       El estado congestivo de los órganos abdominales (al están tantas horas parados), obra principalmente sobre el útero, ocasionando desviaciones de consecuencias deplorables.
7)       Esta estación vertical prolongada hace que el aflujo de la sangre a los miembros inferiores traiga como consecuencias enfermedades como las várices y flebitis.
8)       La extensa jornada laboral, los ritmos de trabajos y las deplorables condiciones laborales, influyen sobre el rendimiento de los trabajadores que decae estrepitosamente y la fatiga llega hasta la extenuación, por eso hay que fomentar medidas para evitar estas consecuencias.


Seguramente muchos jóvenes no se dan cuenta que atentan contra su propia salud al no hacer uso y goce de su derecho, pero seguramente, a raíz de lo expuesto anteriormente, el tiempo les pasará su factura.
Aunque parezca actualmente algo obvio y ajeno a toda discusión que los trabajadores sean provistos de asientos con respaldo en cantidad suficiente para cada uno de ellos, la realidad nos dice que muchos empleadores se niegan a cumplirla, con una complicidad inexplicable de los responsables de los establecimientos, punto que queremos explayarnos.




No solamente responsabilizamos a los diferentes departamentos de farmacity que tomaron esta absurda determinación, sino también a parte del nivel jerárquico de las sucursales que interponiendo y excusándose en RR.HH ejecuta con total complacencia y conciencia sus políticas de persecución y degradación de nuestros derechos.

Terminemos con la hipocresía de la “obediencia debida” y que se hagan cargo de su parte como cómplices de estas y otras medidas. Toda persona que, conciente de sus actos, realiza una acción indebida y mal intencionada, es culpable por ello, mas allá de quien haya dado las ordenes. Está en la decisión personal de estas personas en ejecutarlas o no. Y por lo tanto son tan responsables los “autores intelectuales” como los “autores materiales”.

Subestiman nuestra capacidad de entendimiento incentivando la discordia entre compañeros, divisiones absurdas como “salón” y “farmacia” y fogoneando un mal clima laboral, utilizando los diferentes medios de comunicación interna para mal informar y distorsionar los sucesos del local.

Que quede claro que este informativo no se debe solo por al tema de las sillas sino también a otros acontecimientos que vienen denunciando los trabajadores (presión para ir a trabajar los feriados, para que no se tomen las licencias por enfermedad u otra similar, no respetar las 12 horas de descanso entre cada jornada, quite de francos a los empleados, llamadas desubicadas en los día de francos con planteos absurdos, etc., etc., etc.)

Para dejar más claro nuestro mensaje, nos apropiaremos en esta ocasión de una frase de Mahatma Gandhi:




“Cuando una ley es injusta lo correcto es desobedecer”. Lo cual nosotros agregaríamos...
“porque si no, se es cómplice también”.

Todos estos obstáculos no hacen más que acrecentar nuestra unidad y solidaridad entre los compañeros, y la más firme decisión de hacer respetar nuestros legítimos derechos.

Lamentamos que el nivel jerárquico se deje utilizar como marionetas y títeres de sus superiores, pero eso no justifica sus acciones. Creemos en el progreso personal de los trabajadores, que se puede “hacer carrera”, ascender a cargos más altos en la empresa sin ser verdugos de los empleados, que son, en definitiva, sus compañeros. Llamamos a la reflexión sobre sus actitudes esperanzados en un pronto cambio a través de la conciencia.

Por eso hacemos hincapié en la formación y capacitación de los trabajadores, ya que la falta de conocimiento y conciencia no nos permite valorar y defender estos grandes logros en materia laboral, y en el hecho concreto, muchas veces pasar por alto la ausencia de sillas o en caso de tener una, no utilizarla por prejuicios que tratan de imponer los encargados, como vagancia, falta de compromiso, etc.

A fin de acabar con estas injusticias seguimos en plena conversaciones apelando a la razón de los responsables de estas decisiones. Una vez más utilizamos el dialogo como método de resolución de conflictos. Esperamos que esto alcance, obrando de nuestra parte, con las mejores intenciones y buena fe.


Asientos ya para todos los trabajadores,

Incluyendo al personal de seguridad!!!







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